domingo, 20 de julio de 2008

Tengo un collar tuyo

Tengo un collar tuyo. Es de plástico, blanco. Sólo quería preguntarte si te pasarás algún día a buscarlo. No te habrás olvidado de donde vivo. Ven a buscarlo si quieres. Tú tienes un pijama mío. Es de franela. Y de muchos colores. Lo dejé en tu casa porque sabía que vendrían más noches fríos. Esta primavera ha tardado en venir. Me imagino que no te lo has puesto. Te iría pequeño, pero abriga muy bien, y el nórdico que tienes está muy gastado y no da tanto calor... y las ventanas que no cierran bien...habrás estado resfriado todo abril. Vi que hay una pastilla nueva en la herbostería que va muy bien. La toma Agustina, ¿te acuerdas de ella? No las has arreglado aún, ¿verdad?. Las ventanas digo, que no cerraban nada bien. Me han dicho que hay subvenciones del ayuntamiento si quieres poner doble cristal, así harás todo de golpe, cambiarás las cerraduras, pintarás - que es un momento - y lo de los cristales, tengo un número donde te informan. El día que busques el collar te lo daré. O si quieres antes. Me parece que ya no te pones collares. Yo no me lo he puesto, lo tenía al lado de la cama, pero ya lo he puesto en otro sitio. Ven a buscarlo si quieres. Te puedes quedar con el pijama. Ya no tengo frío, y el invierno que viene nos habremos olvidado. Yo sigo donde siempre. El collar es bonito pero no te lo voy a enviar. Ven a buscarlo si quieres.

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